Page 23 - Mujeres cumpliendo sueños - Revista
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acabados en concreto, por cosechar café, coger mandarinas,
Detilma, se levanta todos los días hacía
sembrar frijoles y recoger huevos. Decisión que tomó junto a
las 6:00 de la mañana, abre las puertas
su madre, tras la llegada de la pandemia Covid 19 en el 2020.
de su casa, una finca tradicional, de
Lo que era pasar unos cuantos días mientras se superaba la
paredes de bahareque y tejas de barro,
crisis sanitaria, se convirtió en su nuevo hogar, uno que le ha
ubicada en la vereda el Retiro del
traído diversas aventuras.
luchadora,
una
mujer
corregimiento de Arabia. Con sus pies
describe
como
se
Detilma,
emprendedora, con un talante que la hace fuerte ante las
descalzos camina hacia el prado,
adversidades que se presentan al liderar una finca. Además, es
sintiendo la humedad que deja el rocío
la cuidadora y compañía de su madre, una mujer de 89 años,
de la noche. Esa sensación que la hace
también amante del olor fresco y característico del campo.
sentir viva sus labores de coordinar personal con su empresa de
y la recarga de energía, mientras toma Pues allí, las dos respiran vida, respiran tranquilidad.
una taza de café, esa, que con un solo Con sus ojos cargados de nostalgia deja ver el anhelo que tiene
de conservar la finca de su madre, tenerla con variedad de
sorbo evoca el aroma del campo y trae cultivos y cafetales fértiles.
a la mente los momentos mágicos del
compartir con sus abuelos. una cargada de aventuras con animales y café como
Y es que fue, ese aroma, el cántico de los compañía.
pájaros, la tranquilidad de vivir en medio de
cafetales, plantas de plátano y guaduales, lo Con la llegada a la finca pasó la página, dejó de lado
que hizo que una mujer citadina cambiara
una vida de angustias y preocupación, a una de paz y
tranquilidad, donde todo, según ella “es una cascada
de alegrías”.
Aura, es una cajita de sorpresas, toda una valiente y
cumplidora de sus sueños. Una mujer verraca que no
se amilana ante los retos que le pone el destino, pues
“Un café que sola ha sabido sobrellevar su proyecto de vida e invita
a todas las generaciones a darle brillo a la existencia a
sabe a gloria” Aura María través del campo.
Por: Verónica Gil Arias Sánchez Suescún Ella, además de ser una campesina aguerrida, una
docente recordada y una religiosa de por vida,
también canta, escribe poesía y coplas, en ellas narra
su vida para que sea leída, escuchada, y por qué no,
acogida por otros.
Así las cosas, en medio de su inocencia y sin tener el
panorama completo aún de lo que había comprado,
Aura se dio cuenta de que su predio era más grande
Café La Correa Finca La Correa - Vereda la Bananera de lo que se imaginaba y que en medio de la hierba
alta, estaban ocultas muchas plantas de café con
grandes y redondos granos rojos.
Vía a La Florida, después de la vereda la Se retiró de la vida religiosa tras la muerte de A partir de ese momento, lo empezó a cuidar, a
Bananera, en una curva, se encuentra la casa su madre, por la necesidad de cuidar a cinco cultivar más y a aprender de este. Entendió que ese
de Aura María, todo un rinconcito de hermanos, los más pequeños para ese grano que vendía al Comité de Cafeteros también
sorpresas. Nadie se imaginaría que tras esa entonces. Siendo ella una de las mayores podía consumirlo y venderlo como café de origen.
portada y al interior de ella, hay un entre 12 hermanos. El café de Aura tiene notas cítricas y achocolatadas, y
emprendimiento. Gallinas, patos, conejos, Rincón Cafetero las Correas, es la marca de café que en medio del toque romántico, que la caracteriza,
peces, pollos y un aroma a café tostado que se Emprendió su amor por el campo después produce Aura en su finca, allí hace el proceso también expresa que sabe a amor y a gloria. Con una
siente al adentrarse. de una casualidad de la vida o un “milagro de completo del grano. Se recolecta, luego se despulpa, prueba de taza confirmada por el Comité de
Dios”, como dice ella. Su destino se encontró se seca, se trilla y por último se tuesta, hasta Cafeteros, su grano es superior a los 89 puntos, lo que
Aura, docente de profesión y religiosa de con el de una señora que necesitaba una empacarse en sus bolsas y ser disfrutado por los quiere decir que está “bueno, muy bueno”, como dice
vocación llegó de Bogotá a estas tierras casa cerca al hospital San Jorge, por amantes de esta bebida. ella.
cafeteras en 1.974, enamorándose de sus situaciones de salud de su esposo;
paisajes, su gente, y lo más importante: del coincidencialmente Aura tenía una casa Su nombre, Rincón Cafetero hace alegoría a su hogar, “A Aura, Pereira le abrió sus puertas, se enamoró de
café. como la que necesitaba la señora, y ella tenia un punto de encuentro para toda su familia, amigos y su taza y por siempre se quedó”, así como lo dice en
un pedacito de tierra como el que Aura conocidos. Nos cuenta que en época decembrina una de sus coplas.
Ejerció como docente en el colegio Lestonnac quería. todos se reúnen allí, toman café, cantan villancicos y
de Pereira, de donde se pensionó en el año celebran el hecho de estar vivos y seguir creando
2000. Adicionalmente, desde su adolescencia Así las cosas, cerraron el negocio, hicieron anécdotas.
tenía una fuerte vocación y dedicación a Dios escrituras, y Aura volvió a ponerle emoción a
por lo que fue monja durante 17 años. su vida. Empezó a escribir una nueva historia,