Page 15 - Mujeres cumpliendo sueños - Revista
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acabados en concreto, por cosechar café, coger mandarinas,
Detilma, se levanta todos los días hacía
sembrar frijoles y recoger huevos. Decisión que tomó junto a
las 6:00 de la mañana, abre las puertas
su madre, tras la llegada de la pandemia Covid 19 en el 2020.
de su casa, una finca tradicional, de
Lo que era pasar unos cuantos días mientras se superaba la
paredes de bahareque y tejas de barro,
crisis sanitaria, se convirtió en su nuevo hogar, uno que le ha
ubicada en la vereda el Retiro del
traído diversas aventuras.
mujer
luchadora,
una
como
corregimiento de Arabia. Con sus pies sus labores de coordinar personal con su empresa de
describe
se
Detilma,
descalzos camina hacia el prado, emprendedora, con un talante que la hace fuerte ante las
sintiendo la humedad que deja el rocío adversidades que se presentan al liderar una finca. Además, es
de la noche. Esa sensación que la hace la cuidadora y compañía de su madre, una mujer de 89 años,
sentir viva también amante del olor fresco y característico del campo.
y la recarga de energía, mientras toma Pues allí, las dos respiran vida, respiran tranquilidad.
una taza de café, esa, que con un solo Con sus ojos cargados de nostalgia deja ver el anhelo que tiene
de conservar la finca de su madre, tenerla con variedad de
sorbo evoca el aroma del campo y trae cultivos y cafetales fértiles.
a la mente los momentos mágicos del
compartir con sus abuelos.
Y es que fue, ese aroma, el cántico de los
pájaros, la tranquilidad de vivir en medio de
cafetales, plantas de plátano y guaduales, lo
que hizo que una mujer citadina cambiara
En el campo
se recibe un
mundo de energía Luz Marina
Hincapié
Por: Veronica Gil Arias
Café La Ventolera Finca La Ventolera- Vereda Huertas
Vía a Armenia, antes de iniciar la zona de Caracol Recuerda, que desde su vida universitaria
la Curva, hay una vereda que se llama Huertas. pensaba que quería pasar sus últimos años de
Allí, después de conducir algunos metros, nos vida en una finca, así que, empezó a planear, a
encontramos con potreros y unas cuantas ahorrar y a proyectar su sueño. Escribió cómo la
viviendas. En sus linderos, árboles de guayaba y quería, y sus hermanas empezaron a ayudarle
plantas de guadua adornan la entrada a una con la búsqueda, incluso, todo se convirtió en un
casa de chambranas, puertas azules y jardines sueño familiar, uno donde todos pusieron de su
coloridos que embellecen la propiedad de Luz parte y hasta le prestaron dinero para poder
Marina Hincapié. adquirirla.
Al adentrarnos nos recibe Luz Marina, una Cuenta como anécdota, que un día la llamó una
señora encantadora, que con su sonrisa y de sus hermanas a decirle que ya le tenía la
carisma nos invita a querer conocer más de ella finca, justo a su medida. Con su hermana
y de su finca, llamada, La Ventolera. estaba su madre, y pese a que esta se oponía a
que comprara algo en el campo, de lejos, Luz
Luz Marina, nació en Apía Risaralda, allí realizó su Marina escuchaba que decía “dígale que es
primaria y bachillerato, posteriormente se fue a planita, dígale que es a 12 minutos de Pereira,
estudiar su carrera profesional a Bogotá, ciudad dígale que tiene una quebrada”. Así las cosas, al
que la acogió durante toda su vida laboral como sentir a su mamá tan entusiasmada, se dio
administradora de empresas. cuenta de que esa era la finca que quería y la
compró en el año 2005.